Y es tu piel derritida, la que dibuja tu silueta ante el perfil de mis manos,
Y es sentir la tersura de tu forma que alimenta el hechizo que me hace idolatrate,
Y es ésa sonrisa juguetona la que conforma los segundos cerca ó lejos de ti,
Y son ésos ojos tristes, los que me hacen buscar la felicidad cada mañana,
Y son ésas manos que me buscan, como salvavidas las que me hacen no soltar,
Y es ésa pasión rojo oscuro, la que me convierte en un juguete entre tus dedos,
Y es la lujuria que te enciende los pechos, la que me enloquece al pensar,
Y es tu sensibilidad que juega al escondite, la que cada día es nuevo reto,
Y es cada detalle inesperado de tu boca y de tu alma la que me hace ser tuyo,
Y es esta magia construida por los dos, las que nos hace cada día respirarnos,
Y este edificio levantado sin cimientos, el que nos da vértigo al mirar,
Y este sueño hecho realidad, lo que da sentido a los instantes, de los dos.
Muy bien descrita la magia de esos roces que pasan por las manos, tan sutiles como excitantes.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias pecados en carne. Un saludo
EliminarEse sueño hecho realidad, construído cada noche, y edificado cada día, ese sueño en el que los dos sois molde y barro, genio y figura, agua y piel, sendero y valle, para recorrer con los dedos y para sentirlos en el cuerpo.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Un beso.
Ése sueño María que sueña con la realidad.
EliminarUn beso
Preciosa ternura que se desliza desde tus manos hasta su figura. Qué bonito sentir, Marck.
ResponderEliminarMil besitos de domingo.
No sé si es muy bonito auroratris, pero es real.
EliminarUn beso